En el transcurso del día, el sol traza unos patrones iridiscentes de luz y sombra sobre las dunas. Con un paisaje de fondo que parece inmóvil, el desierto cobra vida y atrae al viajero hacia una emocionante odisea.
Concebido para quienes disfrutan con las esencias particulares, la fragancia Ombre Nomade concentra esa sensación de infinidad en uno de los ingredientes más emblemáticos de la perfumería: la madera de oud.
El maestro perfumista Jacques Cavallier-Belletrud ha amalgamado esta materia prima, de carácter rebelde y espíritu embriagador, con un toque de benjuí y notas de frambuesa. A lo lejos, se eleva hacia el cielo una ligera bruma de incienso ahumado. La madera de agar alcanza un nivel de misticismo inédito.